Portada InternacionalEuropa Una «fuerza de paz» para continuar la guerra contra Rusia

Una «fuerza de paz» para continuar la guerra contra Rusia

por Redaccion
Donación
Selección de notas de Radio Victor Jara

Con la reunión del 27 de marzo, y luego del progresivo distanciamiento de Estados Unidos, terminó de cobrar forma una nueva alianza de gobiernos europeos interesada no sólo en continuar con la política de sanciones y embargos sino, más aún, de perpetuar la guerra contra Rusia, que ya lleva más de tres años y que de ninguna manera augura un triunfo para Ucrania.

La llamada “Coalición de los Dispuestos” (“Coalition of the Willing”) fue establecida por Keir Starmer,
primer ministro del Reino Unido, como una estrategia europea para
preservar el apoyo militar a Ucrania. La nueva entente está conformada
por una treintena de países europeos y cuenta, además, con el respaldo activo de la Unión Europea y de la OTAN.
Su denominación no es casual ya que remite al término utilizado por el
ex presidente George W. Bush al encabezar la fuerza multinacional que
enfrentó a Saddan Hussein en la guerra de Irak iniciada en 2003.

En
estos momentos, más de doscientos técnicos militares de todo el mundo
se están encargando de establecer las condiciones, la composición y los
detalles que contendría la máxima apuesta de la coalición: la creación de una posible fuerza de mantenimiento de la paz
con la misión de velar por la seguridad de Ucrania en sus fronteras con
Rusia. Con todo, se trata de una iniciativa aun incierta, excesivamente
costosa, que no cuenta con la aprobación de todos los miembros del
bloque, y que todavía busca la aprobación de Donald Trump para poder ser
llevada a la práctica.

Además, el promisorio liderazgo que en
términos políticos y defensivos Starmer pretende ostentar aprovechando
la retracción de los Estados Unidos, aparentemente, no será tan fácil de
construir.

A
menos que el gobierno británico firme un pacto de seguridad con
Bruselas, las empresas armamentísticas del Reino Unido, junto con las de
Estados Unidos y Turquía, estarán excluidas de un nuevo fondo de
defensa conocido como el programa “Acción de Seguridad para Europa”
(Security Action for Europe-SAFE) compuesto por más de 160 mil millones
de dólares, una suma exorbitante pero que, en realidad, es apenas una
mínima parte del plan general de rearme impulsado por el Consejo
Europeo, valuado en casi 900 mil millones de dólares.

La
administración del francés Emmanuel Macron, pese a todo, la principal
aliada británico, es la que se encuentra detrás de esta iniciativa

basada en el friendshoring y que enfatiza las “compras europeas” como
principal medida para impulsar la inversión en la industria de defensa
del continente, frente a la medida ya anunciada de que el gobierno de
Estados Unidos se aleje y que, en consecuencia, retraiga buena parte de
su actual capacidad militar en Europa.

Por
estas horas, son las principales empresas de la industria de la defensa
británica las que más presión están ejerciendo sobre el gobierno de
Starmer no sólo para que firme un “acuerdo de asociación” con la Unión
Europea, sino también para incluir en la mesa de negociaciones otras dos
cuestiones demandadas por Bruselas y que Londres se ha negado a
discutir hasta ahora: la aceptación de un mayor número de inmigrantes y la apertura de los derechos de exclusividad en materia de pesca, lo que además podría tener importantes derivaciones en el Atlántico Sur.

Resulta
claro que en esta nueva conformación y en medio de la creciente
rivalidad entre el Reino Unido y Francia por liderar la ofensiva
europea, son las empresas armamentistas las que una vez más terminarían
siendo las grandes ganadoras de este proceso.

De
hecho, la alianza entre el presidente Volodímir Zelenski, los gobiernos
de la coalición europea y los fabricantes de armamentos comienza a
rendir beneficios exponenciales antes, incluso, de que se terminen de
delinear los próximos pasos a seguir ya sobre el terreno ucraniano.

El
3 de marzo, apenas se anunció la nueva alianza contra Moscú, ya sin la
participación de Estados Unidos, se dispararon los precios de las
acciones de varias multinacionales comprometidas con la continuidad de
la guerra, como son los casos de las francesas Thales y Dassault
Aviation, la británica BAE Systems, la italiana Leonardo y la alemana
Rheinmetall.

La guerra contra Rusia, alentada por los fantasmas
de su supuesta voluntad expansionista, e incentivada por quienes
pretenden llevar adelante lucrativos negocios con los Estados, justifica
así un nuevo horizonte para el gasto militar que ya no se restringiría
únicamente al combate en el territorio de Ucrania y que tampoco se
ceñiría a un presupuesto atado a una década, como era lo usual en este
tipo de proyecciones, sino que sería contemplado en términos de una
generación…

Por supuesto, desde Moscú el rechazo a la nueva coalición europea es total. No sólo no existen dudas de que la así llamada “fuerza de paz” sólo tendría como cometido incentivar la guerra contra Rusia: si ella se encuentra principalmente conformada por los gobiernos de Gran Bretaña y Francia y si, además, cuenta con la aprobación de los Estados Unidos para su desenvolvimiento, se trataría de una estrategia poco disimulada por introducir a la OTAN en Ucrania, por la puerta trasera y bajo otra denominación.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/814944-una-fuerza-de-paz-para-continuar-la-guerra-contra-rusia

Notas relacionadas

Are you sure want to unlock this post?
Unlock left : 0
Are you sure want to cancel subscription?

This website uses cookies to improve your experience. We'll assume you're ok with this, but you can opt-out if you wish. Accept Read More

-
00:00
00:00
Update Required Flash plugin
-
00:00
00:00

Adblock Detected

Please support us by disabling your AdBlocker extension from your browsers for our website.