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Tras el litio de Bolivia
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Por Mg. José A. Amesty Rivera | 14/03/2025 | Bolivia
Fuentes: Rebelión
La
destacada periodista argentina y politóloga internacional Stella
Calloni, corresponsal del periódico La Jornada de México, y autora
del libro de investigación Operación
Cóndor, pacto criminal, ha señalado en una reciente entrevista:
«para
el tema de recursos naturales, (las
bases militares)tienen
una información total de lo que hay en el sur de Argentina, en el
sur de Chile, tienen el panorama completo, de toda la cantidad de
riquezas que hay en el sur, además el tema de la Antártida, el tema
de los glaciares, y, claro, quieren que queden bajo su control dada
la situación mundial que estamos viviendo.
Estamos en un periodo de recolonización y EEUU quiere controlar
todos los recursos naturales de nuestros países«.
El
objetivo de este artículo es mostrar cómo, en el caso de Bolivia,
se evidencia lo que señala la periodista y analista Calloni. En este
sentido, enfatizamos que, es indudable que los grandes capitalistas
agroindustriales y otros sectores poderosos, aliados de EEUU, van por
el control del Litio
boliviano,
y por supuesto, una división interna propicia su fácil acceso al
mineral apetecido.
Asi
mismo, el periodista uruguayo Carlos Fazio indica que la finalidad de
propiciar y encender una revolución interna en Bolivia se expresa
que en «Bolivia
tiene las mayores reservas mundiales de Litio, considerado una de las
prioridades estratégicas del Departamento de Defensa de EEUU (al
servicio de los intereses de los principales fondos de inversión
globales: BlackRock, Vanguard y otros, así como las corporaciones
del complejo digital financiero) en su guerra geopolítica y
geoeconómica por recursos naturales y mercados contra China, y
además, el presidente boliviano, Luis Arce, impulsa un proceso
soberanista de industrialización de ese metal alcalino«.
Es
así que Bolivia se convierte en el objetivo principal de la
diplomacia militar guerrerista del Comando Sur, ya que, según el
Servicio Geológico de EEUU, tiene reservas estimadas de Litio, en 21
millones de toneladas en los salares de Potosí. Por tal razón, la
injerencia de EEUU se incrementó recientemente, cuando el gobierno
boliviano, firmo convenios con los consorcios chinos CATL Brunp y
Cmoc y Citic Guoan, y la empresa rusa Uranium One Group, de la
corporación Rosatom, para la construcción de plantas piloto con el
fin de producir Litio en el salar de Uyuni.
Breve
información sobre el Litio, según la pedagoga y doctora en
Antropología Social y Cultural por la Universidad Libre de Berlín,
Juliana Ströbele-Gregor:
El
Litio es el metal más liviano existente en la Tierra y se produce
sobre todo a partir de salmueras. Según el Servicio Geológico de
Estados Unidos, USGS, se encuentran reservas de Litio en 17 países.
Las reservas estimadas de Bolivia están entre las más grandes del
mundo, con 9 millones de toneladas métricas. El Litio tiene
múltiples usos. Según datos de 2008, este metal se utiliza
principalmente en la industria del vidrio y la cerámica (37%); la
producción de baterías ocupa el segundo lugar (20%), y se divide en
baterías para celulares, iPods y computadoras personales –un
mercado que está creciendo a una velocidad vertiginosa– y baterías
para vehículos eléctricos –el mercado que promete el mejor futuro
a este recurso–. El tercer lugar lo ocupan las grasas lubricantes
(11%), seguidas por aleaciones de aluminio (7%), aire acondicionado
(5%), colada continua (5%), goma y termoplásticos (3%), industria
farmacéutica (2%), procesos industriales y procesamientos químicos,
y otros productos. Se estima que entre los años 2000 y 2008 el uso
de Litio se incrementó en 6%.
Los
yacimientos de Litio boliviano más grandes se encuentran en el salar
de Uyuni, perteneciente al departamento de Potosí. El salar, situado
a una altura de 3.670 m, es uno de los más grandes del mundo y su
costra de sal cubre una superficie de 10.000 km² (180 km de largo y
80 km de ancho). Aunque las reservas son enormes, la explotación no
está libre de dificultades: los costos de extracción hacen que la
producción de Litio en Bolivia sea más cara que en Chile y
Argentina porque, en el salar de Uyuni, está mezclado con otros
varios minerales, especialmente con potasio, boro y magnesio. La
transformación a clorato de Litio, requiere, además, el desarrollo
de una nueva tecnología de evaporación, ya que en esta región
boliviana –en contraste con los dos países vecinos mencionados–
hay una temporada de lluvias de tres meses de duración.
Ahora,
¿Quién está detrás de la no industrialización del Litio en
Bolivia?
Podemos
afirmar que los contratos por el Litio boliviano, están siendo
obstruidos por organizaciones no gubernamentales ONGS locales,
financiadas por otras internacionales, mismas que responden a
intereses económicos y políticos, relacionados con Estados Unidos y
también con países europeos opositores a los gobiernos de China y
Rusia.
Recientemente,
en el Departamento de Potosí se hizo público un pronunciamiento de
organizaciones ambientales y de la sociedad civil, llamado:
«Pronunciamiento
Público Litio o Agua y Humedales – no a los Contratos que nos
dejan sin Futuro,
estas organizaciones con intereses económicos locales están
financiadas por entes internacionales como: «la
Alianza Global para la Acción Verde y de Género (GAGGA por su sigla
en inglés) y la Fair Green and Global (FGG) Alliance, entre ellas,
financiadores que a su vez usan a organismos como Both Ends y Mama
Cash para sustentar distintas iniciativas en países de Latinoamérica
y África. Más arriba, en la línea están otros colaboradores como
la Ford Foundation y la Rockefeller Philanthropy Advisors«.
A
su vez, las ONGS locales son: el Colectivo de Derechos Humanos
Empodérate (CDHE), el Comité de América Latina y el Caribe para la
Defensa de los Derechos de la Mujer (Cladem Bolivia), Colectivo
Angirú Bolivia, Colectivo CASA, Colectivo Plurales, Yo Soy Semilla y
Ríos de Pie, entre otras.
Estas
ONGs, objetan los contratos por el Litio, y el rechazo no solo
proviene de organizaciones de los EEUU, sino también de países de
Europa como el Reino Unido. En este sentido, existiría una
manipulación del movimiento ecologista y el movimiento feminista
(ambos presentes en las organizaciones firmantes del pronunciamiento
antes mencionado) para ir con los intereses extranjeros.
Estas
denuncias son publicadas por el medio digital El Radar de Bolivia,
quien además enfatiza que hay «un
interés económico por este recurso natural, y en segundo, una
aspiración de poder político en torno a este mineral«.
¿Qué
significa para Bolivia en términos económicos la explotación del
Litio?
El
impacto económico es significativo. Se estima que, durante 30 años
de explotación, Bolivia podría recibir hasta 20.000 millones de
dólares, con regalías anuales para la región de Potosí, que
podrían alcanzar los 20 millones de dólares. Esto representa una
oportunidad histórica para la región, que ha reclamado durante
años, una participación justa en la riqueza generada por sus
recursos naturales. Pero el Litio no solo representa ingresos. El
impacto para Bolivia también deja una herencia clave: tecnología e
industrialización.
Por
otro lado, para finales del año pasado, Bolivia transformó la
industrialización del Litio con inversiones tecnológicas que
involucran a Australia, Alemania, Argentina y Francia, según
acuerdos firmados.
Al
crearse la Estatal Yacimientos de Litio Bolivianos YLB, se firmaron
tres acuerdos internacionales para desarrollar tecnologías en
Coipasa, Pastos Grandes y Empexa, que son salares de los
Departamentos bolivianos de Oruro y Potosí y así aprovechar los
recursos existentes allí.
Las
corporaciones internacionales con las que Yacimientos de Litio
Bolivianos YLB firmó convenios son: Eau Lithium PTY de Australia y
Alemania, Tecpetrol de Argentina y Geolith Actaris franco-boliviana.
Además
del impacto económico para Bolivia ya indicado, es necesario
continuar los convenios con otras corporaciones nacionales e
internacionales (China y Rusia) sanas, que no velen por sus propios
intereses, sino que entren en una relación de ganar-ganar y en
beneficio del pueblo boliviano, para ello deben generar, según
Martín Moreira, miembro de la Red Boliviana de Economía Política:
-
Una
Inversión Exitosa.
Los planes son que, si se aprueban los contratos, para la
construcción de nuevas plantas de Extracción Directa de Litio
(EDL), con el consorcio chino Hong Kong (CBC) y la empresa rusa
Uranium One Group, para la construcción de estas plantas en el
salar de Uyuni, Bolivia recibirá para invertir a través de estas
dos empresas, una cantidad aproximada de 2.000 millones de dólares.
La CBC aportará 1.030 millones de dólares y Uranium One Group
invertirá 975 millones. Esta inversión garantizará la producción
de, al menos, 50.000 toneladas por año de Carbonato de Litio en
pocos años, convirtiendo a Bolivia en un actor clave en el mercado
global del Litio. -
Beneficios
Sociales y Económicos.
Por un lado, mientras se construyen las plantas, se incrementará la
demanda de mano de obra boliviana, generándose empleo directo para
el pueblo boliviano, además de bienes y servicios en Uyuni y
regiones cercanas, por lo que se activaran los sectores como la
construcción, transporte, comercio y hotelería. Por otro lado, los
contratos estipulan que al menos el 51% de los ingresos obtenidos
por la venta del Litio, serán para el Estado boliviano, asegurando
una participación mayoritaria en las ganancias. Además, blindan
las regalías e impuestos para beneficio de Potosí, permitiendo que
los recursos generados impacten directamente en el desarrollo
regional. -
Valor
agregado y Tecnología.
Los convenios incluyen que, además de la producción del Carbonato
de Litio, se aprovecharán las sales derivadas e intermedias, y
otros productos residuales, ampliando la cadena de valor del sector.
A su vez, como ya indicamos, otro valor agregado es la transferencia
de tecnología y conocimiento; Tanto CBC, como Uranium One Group, se
comprometen a capacitar a profesionales bolivianos y a compartir
tecnología de punta, para la producción e industrialización del
Litio, sentando las bases para el desarrollo de una industria
nacional sostenible. -
Seguridad
Ambiental.
Ambos contratos incluyen una cláusula de cumplimiento estricto de
la normativa ambiental boliviana. Las empresas están obligadas, a
obtener la licencia ambiental, que impone altos estándares de
protección ecológica, asegurando que la explotación del Litio se
realice con responsabilidad y sostenibilidad.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.