Portada InternacionalEuropa Ningún ser humano es ilegal

Ningún ser humano es ilegal

por Redaccion
Donación
Selección de notas de Radio Victor Jara

1.- INTRODUCCIÓN

Las
leyes de la Comisión Europea tratan de incrementar la eficacia para
impedir que los inmigrantes encuentren asilo y solidaridad en
nuestros países. Todo se organiza para rechazarlos y devolverlos
nuevamente a donde salieron, o encerrarlos como animales en lo que
eufemísticamente llaman los centros de acogida.

La
UE no quiere destinar muchos fondos de sus presupuestos públicos a
la protección social de los inmigrantes. Aunque el Pacto de
Migración y Asilo entrará en vigor en junio de 2026, la Comisión
Europea ha propuesto adelantar la implementación de dos elementos
clave del Pacto de Migración y Asilo. La aplicación de estas dos
condiciones supone un mayor endurecimiento de las políticas
migratorias europeas. La propuesta busca favorecer y acelerar el
proceso de demandas de asilo de los Estados miembros de la Unión
Europea para procesar con más rapidez aquellas solicitudes que
probablemente sean desestimadas.

En
este orden de cosas, la UE ha publicado una lista de países de
origen “seguro”, las solicitudes de las cuales seguirán un
procedimiento acelerado para el retorno de migrantes. Los criterios
para ser designados como países de origen seguros son aquellos que
se “esfuerzan por lograr instituciones estables que garanticen la
democracia, el Estado de derecho, los derechos humanos y el respeto y
la protección de las minorías”.

En
la práctica, la nueva propuesta de la Comisión implica que las
solicitudes de asilo que se realicen por ciudadanos de estos terceros
países serán tramitadas por la vía rápida al ser «seguros»,
contando con que la gran mayoría de ellas serán rechazadas, como
ocurre habitualmente con este tipo de procedimientos. De lo que trata
la UE es de acelerar los procedimientos de asilo para el retorno una
vez que están en la Unión, dentro de un plazo de tres meses.

Además,
la Comisión Europea plantea que los Estados miembros de la UE puedan
actuar también por la vía rápida y sin tantas garantías a los
migrantes procedentes de países que, de manera habitual, solo el 20%
de su población obtiene la condición de protección internacional.

2.-
UN MODELO ECONÓMICO Y SOCIAL DESTRUCTIVO DEL SER HUMANO Y DE LA
NATURALEZA

La
realidad es que por muchas leyes y todo el conjunto de normas y
reglamentos que impongan los países del mundo occidental no podrán
impedir la llegada masiva de quienes buscan otras sociedades en las
que puedan realizar sus ilusiones y ansias de bienestar propias de
los seres humanos.

Sin
embargo, la destructividad intrínseca de los modelos políticos y
económicos basados en la lógica de la ganancia está organizada
para la explotación de seres humanos, depredando y poniendo en
riesgo la continuidad de su vida y la del planeta.

Mientras
en esos países las condiciones de vida estén marcadas por la
pobreza, la miseria y las guerras provocadas por el espíritu de
saqueo y rapiña de las grandes transnacionales y los países ricos
será imposible impedir que hombres y mujeres quieran salir a la
búsqueda de un mundo mejor.

La
naturaleza de la inmigración lleva inscrita las marcas de la extrema
opresión de clase, de la explotación y de la guerra; viaje que con
frecuencia termina arrojados a buitres y fieras explotadoras ansiosas
del sudor de una mano de obra esclavizada. La avaricia y crueldad que
el monstruo imperialista ejerce sobre ellos emerge nuevamente en los
lugares de Europa a donde llegan.

Las
dichosas leyes de extranjería que elaboran los parlamentos de las
naciones civilizadas van contra su esencia de humanidad, cortan su
libertad, los dividen en ilegales y legales, ponen barreras a su
integración social, obstruyen las oportunidades para alcanzar sus
metas y realizar sus aspiraciones, y facilitan un trato miserable por
abusadores y repugnantes empresarios.

3.-
EL PAPEL MOJADO DE LOS DERECHOS PROCLAMADOS POR LAS NACIONES UNIDAS.

Las
normas internacionales sobre las personas no sirven absolutamente
para nada, aunque la Carta Universal de los Derechos Humanos refrende
teóricamente derechos de las personas inmigrantes, y en diferentes
artículos recoja aspectos como “todas las personas son iguales
ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de
la ley. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir
su residencia en el territorio de un Estado. Toda persona tiene
derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar
a su país”, y así otros artículos incidiendo en el derecho
humano a una vida digna, leyes que nadie obliga a cumplirlas.

Las
personas inmigrantes son buenos ejemplos de que el pobre no tiene
patria, ni tierra propia, ni casa, ni más dinero ni ley que la que
el rico le otorga. Da igual si es maliense, senegalés, mauritano,
marroquí, indio, palestino, mapuche, saharaui, esquimal o miembro de
pueblo o nación que no tenga propio estado. Porque siempre la patria
del pobre aquí o allá es y será dominada por el rico y, como tal,
por él legislada, gobernada y administrada.

Los
inmigrantes aman a lo que sienten que es su patria: un conjunto de
símbolos y recuerdos, de emociones, de tradiciones, de lengua, de
costumbres, de signos de identidad que llevan allá a donde van. Y si
consiguen la carta de residencia y algún mínimo derecho, es el
otorgado por quienes se consideran los verdaderos dueños de la
patria y los gobiernos lacayos que allí mandan y gobiernan. (Iñaki
Gil San Vicente)

Por
eso, la persona inmigrante, pobre, explotada, necesita y quiere
construir en un futuro inmediato su patria sin capitalistas y sin
patriarcado, una patria que sea simplemente la de toda la humanidad.
Y la historia nos enseña que la única alternativa válida para
alcanzar esa patria es la lucha solidaria y colectiva por la libertad
y los derechos de todos, los de ellos y los nuestros.

4.-
LOS INMIGRANTES FORMAN PARTE DE LA CLASE EXPLOTADA.

Los
inmigrantes son parte del pueblo explotado, forman parte de la clase
más oprimida y sacrificada por el capital. Las leyes le condenan a
permanecer encerrados en recintos abiertas, pero al fin y al cabo no
dejan de ser cárceles, en donde las comidas, la asistencia
sanitaria, y la mínima comodidad tienen muchas lagunas y escaseces.

En
el caso concreto del centro de Mérida, dirigido por una ONG con
ligazón al Ministerio del Interior, las personas allí residentes
nos dicen que tienen muchos problemas en diferentes aspectos; se
quejan del trato y de los comportamientos que reciben de quienes los
dirigen, atienden y controlan. El Estado hace todo lo posible por
negar o reducir al mínimo la concesión de derechos sociales básicos
a los inmigrantes.

Los
inmigrantes se lamentan y reclaman que ni siquiera tienen una comida
digna, ni una estancia normal sin problemas de apelotonamiento y
tienen frío o calor según el tiempo en los barracones en donde
están alojados, necesitan para su integración social un transporte
de ida y vuelta hasta la localidad de Mérida. Todo esto se les está
negando puesto que en caso de que se le concediera estimularía el
deseo de estas personas para exigir una mayor autodeterminación y
más derechos democráticos y obstaculizarían un orden autoritario
como el que se impone.

Los
poderes públicos establecidos no están dispuestos a darles
facilidades para que vayan al centro de la localidad, y se integren
en la vida municipal. Cuando se ha reclamado, las autoridades
despiden la pelota de esta responsabilidad, que va y viene de lo
local, a lo regional y a lo estatal, y vuelta para atrás. Prefieren
mantenerlos alejados de la vida social. Desde hace tiempo venimos
reclamando que dispongan de un autobús para que diariamente puedan
ir y venir al centro, ya que la distancia desde el centro en donde
están internados hasta la localidad de Mérida es de unos 16 km en
total, ida y vuelta.

Consideramos
que es urgente que los dirigentes políticos aparquen la imaginación
alucinante que presumiblemente les incite a querer tener aislado a
los inmigrantes, sin conexión con la localidad. No queremos pensar
que aquella actitud pretenda evitar que la visibilidad de personas de
color pueda retraer aspiraciones electorales o perjudicar la
atracción turística por una localidad repleta de maravillosos
restos del Imperio Romano.

Los
turistas deben ver una ciudad limpia, integrada por personas de
cualquier color de su piel; sin seres humanos tendidos en los
portales porque no tienen un techo en donde protegerse y mucho menos,
buscando y rebuscando alimentos en los contenedores de basura.

5.-
EL PODER ESTUDIA Y APRENDE

Estamos
comprobando como el Poder desde hace unos meses ha estudiado y ha
progresado y ha
perfeccionado sus instrumentos psicológicos en su batalla por
ejercer un mayor control sobre las personas inmigrantes. Los
resultados han sido muy efectivos. El miedo predomina en sus palabras
y comportamientos; desconocemos los mecanismos utilizados pero lo que
no tenemos dudas es que han debilitado su rebeldía para pelear por
mejoras en las condiciones materiales de sus vidas y acelerar la
tardanza de la concesión de la Protección Internacional.

El
poder no quiere que se repitan luchas y movilizaciones como las
organizadas hace unos meses, que se hicieron pidiendo mejor
alimentación, sanidad, ropa, y la concesión de la protección
internacional; imaginamos que las instrucciones dadas se han
trabajado y están sirviendo por ahora, muy eficazmente, para que su
psique rechace el contacto con otras personas de fuera del recinto
donde viven; han funcionado los reflejos condicionados eliminando su
capacidad de pensar.

El
Poder quieren que acepten la sumisión, la subordinación individual
y la impotencia, haciéndoles ver que están ocupando un lugar que no
merecen y al que han llegado de modo ilegal. La presión sobre ellos,
tanto desde el interior como desde el exterior no cesa, creando la
desconfianza de unos sobre otros que conduce a generar distancias y
pequeños problemas en muchos aspectos de su vida en el centro.

Repetimos
lo ya dicho: “El inmigrante como persona pobre no tiene patria, ni
tierra propia, ni casa, ni más dinero ni ley que la que el rico le
otorga. Da igual si es maliense, senegalés, mauritano, palestino,
saharaui, esquimal o miembro de cualquier nación. Porque siempre la
patria del pobre es y será dominada por el rico y, como tal, por él
legislada, gobernada y administrada”.

No
obstante, aunque el mundo occidental ha impuesto leyes de
extranjerías y comportamientos restrictivos que se cumplen a
rajatabla, las poblaciones oprimidas no se rinden, y antes o después
los inmigrantes reivindicarán con fuerza sus derechos humanos
haciendo temblar a los poderes establecidos. Esta es la ilusionante
lucha que tenemos que acompañar y extender.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Notas relacionadas

Are you sure want to unlock this post?
Unlock left : 0
Are you sure want to cancel subscription?

This website uses cookies to improve your experience. We'll assume you're ok with this, but you can opt-out if you wish. Accept Read More

-
00:00
00:00
Update Required Flash plugin
-
00:00
00:00

Adblock Detected

Please support us by disabling your AdBlocker extension from your browsers for our website.