Portada InternacionalEuropaAlemania y el derecho de existencia de Israel

Alemania y el derecho de existencia de Israel

por Redaccion
Donación
Selección de notas de Radio Victor Jara

El comunicado de prensa del nuevo canciller Merz durante la visita del Presidente de Israel a Alemania comienza exponiendo el fundamento de la política alemana en Oriente Próximo: La defensa a ultranza del derecho de existencia de Israel (das Existenzrecht Israels) como razón de Estados alemana (Staatsraison). Este principio es compartido por todo el arco parlamentario y es el fundamento de la política del gobierno actual y también de la del anterior. El canciller Scholz usó la misma frase durante su viaje a Israel el 18 de Octubre 2023.El derecho de existencia de Israel lo defienden a capa y espada tanto los Anti-Deutsch, muy influyentes en la izquierda extraparlamentaria, como los funcionarios del gobierno encargados de velar por la lucha contra el antisemitismo (Antisemitismus Beauftragter). Tocar el derecho de existencia de Israel es poner fin a cualquier discusión educada. Amén. Es la religión civil del holocausto en Alemania y el derecho de existencia de Israel es un dogma incuestionable.

Sin
embargo, el derecho de existencia de un Estado no está
legislado
en el derecho internacional. Es un concepto pseudojurídico que se
encuentra más a su aire en la apología de la nación de Ernest
Renan
(la
nación, esa conciencia moral creada por hombres sanos de espíritu,
es legítima, tiene derecho a existir
).
Fuera
de la prosa nacionalista, la fundación de Estados es como el
matrimonio, básicamente una cuestión de voluntad y oportunidad. En
este caso concreto, Israel es fruto de una resolución de las
Naciones Unidas.
Existir
no es un derecho
.
La creación
de Estados procede más
bien de una reivindicación
política.
Aunque los defensores alemanes del derecho de existencia del Estado
lo deduzcan de una serie de artículos de ley, los Estados se fundan
y se disuelven sin que la ley tenga que proteger su existencia como
tal. La lista de Estados desaparecidos es larguísima, pero no se
habla del derecho de existencia de la DDR (República Democrática
Alemana) o de la República de Weimar. El derecho de existencia es
una característica de Israel por su excepcional naturaleza derivada
del Holocausto.

En
el fondo, “la
existencia de un Estado”
no es
más
que una
figura retórica
que mezcla biología y política.
Los
Estados no existen
.La
existencia es una cualidad del viviente, del que respira. Los Estados
son una construcción que aceptamos y con consecuencias reales, pero
hablar de la su existencia es tan sólo una forma de hablar. El
Estado no llora
cuando le pegas. Ni siquiera Israel. Son los pueblos, las personas
los que existen y los que tienen protección en el derecho
internacional. Los Estados pueden desmembrarse como en el caso de
Tercer Reich
o sufrir
innumerables vicisitudes
históricas,
pero se trata tan sólo de metáforas.
Personificar un Estado, como si se tratase de un emoticón con cara
triste, pretende inducirnos a sentir una emoción. ¡Pobrecito
mío,
el Estado!

En
un último
comunicado,
el partido Die Linke (La Izquierda) critica un mapa de Palestina
publicado en Twitter como ataque inadmisible dirigido a la
aniquilación
(Auslöschung)
de Israel. Nos encontramos en un marco puramente simbólico, de
juegos de palabras, frente a la realidad de la inmensidad de la
destrucción de Gaza. Actualmente, Israel ni siquiera está
amenazado
en su existencia como implica el uso repetido del concepto sino todo
lo contrario, es Israel el que está
amenazando
la existencia física del pueblo palestino. Y al contrario del
derecho a la existencia, el derecho a la vida de la población de
Gaza está protegido
directamente por la ley y declinado en muchas formas. Es el derecho a
la vida.

El
concepto de Existenzrecht,
mezcla de metáfora florida y derecho fulero, sirve más bien para
justificar los crímenes de Israel, Estado que defiende actualmente
su derecho de existencia contra los civiles desarmados de Gaza y
Cisjordania. Existenzrecht
recuerda como imagen al
Lebensraum
(espacio vital) de otro gobierno alemán, conceptos instrumentales
para justificar
la expansión territorial y limpieza étnica
con una metáfora
biopolítica.
La necesidad de espacio vital
(Lebensraum)

del Estado alemán fue el concepto usado tanto en la Primera Guerra
Mundial como por Hitler para justificar sus conquistas territoriales.
De forma parecida la metáfora Existenzrecht
justifica la ocupación y los crímenes de guerra de Israel por la
necesidad de existencia de un Estado judío.

El
gobierno alemán ha hecho de la defensa del Lebensraum
sionista su razón
de Estado.
Pero la razón de Estado tampoco es un término jurídico porque los
valores máximos de un Estado están expuestos en la Constitución y
ahí no aparece Israel. La razón de Estado se mueve en un mundo
moral paralelo. Desde
Maquiavelo este
concepto se define como el valor moral que justifica que el Estado
pueda hacer lo que considere necesario.
Una
licencia para matar. Como el Estado de excepción, la razón de
Estado es una ausencia de legalidad autoproclamada y justificada por
una fuerza mayor. En el caso de la razón de Estado,
permite cometer crímenes
(mal menor) en nombre de un bien superior. Por ejemplo en la lucha
contra el terrorismo. El gobierno italiano invocó este concepto para
justificar su inquietante actuación en el caso Aldo Moro cuenta
Leonardo Sciascia. En el caso alemán, el bien superior es apoyar a
Israel.

Es
evidente que no se necesita invocar la razón de Estado si no hay que
justificar la comisión de un delito. Para apoyar a Gaza no hace
falta Staatsräson,
para vender armas a un Estado que comete crímenes de guerra sí.
Invitar a políticos buscados por la Corte Penal Internacional es
romper el compromiso con la legalidad internacional. Invocar
la Staatsr
äson
es una admisión de culpa.

El
Estado alemán no
sólo apoya moral y financieramente a un Estado que está
cometiendo
los crímenes más odiosos contra la humanidad. Admite que actúa
fuera de la legalidad
(Staatsräson)
y lo justifica por la defensa de un bien superior (Existenzrecht
Israels
)
que pone por encima de la ley internacional y el derecho.
Y
este razonamiento se presenta como la lección que Alemania ha
aprendido de su historia.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Notas relacionadas

Are you sure want to unlock this post?
Unlock left : 0
Are you sure want to cancel subscription?

This website uses cookies to improve your experience. We'll assume you're ok with this, but you can opt-out if you wish. Accept Read More

-
00:00
00:00
Update Required Flash plugin
-
00:00
00:00

Adblock Detected

Please support us by disabling your AdBlocker extension from your browsers for our website.